Enfermedades cutáneas en Venezuela: A flor de piel…
La piel es el órgano más largo del cuerpo y altamente visible en su mayor parte. Sus funciones son de protección y termorregulación. La protección incluye el sentido del tacto y el dolor, así como su rol de barrera: contiene el intersticio impide el ingreso de toxinas. La termorregulación incluye la apertura de los poros al sudor, la función aislante del tejido adiposo, el control de flujo sanguíneo, entre otros.
Durante la última década, una serie de dolencias, de tipo cutáneo, han reaparecido en la vida de los venezolanos.
Sin duda alguna, las deficientes políticas de tipo médico-asistenciales, una precaria e inexistente atención médica, ausencia de planes y programas de prevención de enfermedades, falta de educación en la población sobre hábitos de higiene y limpieza, aunado a otros factores, entre ellos el deterioro de servicios públicos básicos como el agua, han hecho merma en la salud de los habitantes de Venezuela.
Como consecuencia de esta situación, un alto porcentaje de los habitantes de nuestro país, sufre con mayor frecuencia enfermedades de la piel de tipo infecto-contagiosas. Veamos algunas de ellas:
Leishmaniasis cutánea
Es una dolencia infecto-contagiosa transmitida por animales silvestres, sinantrópicos y domésticos. Algunos roedores, marsupiales y edentados han sido registradas como huéspedes naturales y reservorios selváticos potenciales.
En América, la enfermedad es transmitida mayormente por la picadura de flebótomos del género Lutzomyia. Se han contabilizado cerca de 53 especies que pueden ser responsables de la transmisión.
Afecta a la piel y a las mucosas. Sus principales síntomas incluyen la aparición de una o más lesiones en la piel, que cambian de tamaño y apariencia con el tiempo. Evolucionan como una úlcera de forma redondeada, indolora y que va aumentando de tamaño. En algunas oportunidades, estas se infectan secundariamente con otros agentes microbianos.
Aquellas localidades caracterizadas por malas condiciones de salubridad, malnutrición, debilidad del sistema inmunitario entre sus habitantes y la falta de recursos, es donde se observa con mayor frecuencia la aparición de este flagelo. No existe vacuna contra él.
Parte del tratamiento incluye antimoniales pentavalentes, así como medicamentos como el isetionato de pentamidina, la miltefosina, la anfotericina B y la anfotericina B liposomal constituyen otras opciones terapéuticas. También se aplican drogas sintéticas en tratamientos locales (intralesionales o termoterapia) para la leishmaniasis cutánea localizada con lesiones de hasta 900 mm cuadrados de área (diámetro de 3 cm),
Escabiosis:
También conocida como “Sarna”, es la infestación de pequeños insectos llamados ácaros en la piel. Causa una erupción roja pequeña y mucha picazón y es además muy contagiosa. Generalmente se transmite de persona a persona al dormir juntos o al tener contacto personal estrecho.
Otros factores de riesgo son las condiciones de hacinamiento y la falta de higiene. La erupción se manifiesta en la cabeza, el cuello, las palmas de las manos y las plantas de los pies. También se evidencia en las manos, entre los dedos, muñecas, línea de la cintura, muslos, ombligo, ingle, pecho y axilas.
El tratamiento para la sarna involucra no solo al paciente, sino también al resto del grupo familiar que viven bajo el mismo techo. Dependerá de la edad, los síntomas y de la salud general del paciente.
El tratamiento puede incluir:
La enfermedad de Hansen o Lepra, es una enfermedad infecciosa crónica, causada por la bacteria Mycobacterium Leprae, y se contagia de persona a persona a través del contacto de las secreciones nasales.
Afecta, especialmente, al sistema nervioso periférico, la piel, la mucosa de las vías respiratorias superiores y los ojos. Se caracteriza por la aparición de úlceras cutáneas, falta de sensibilidad en la piel y debilidad muscular. Los más afectados suelen ser personas con edades entre los 20 y 30 años. Se conocen dos tipos:
En su tratamiento se administra dapsona y rifampicina para todos los pacientes, a los que se añade clofazimina en caso de enfermedad multibacilar (la más severa).
El tratamiento adecuado se aplica a través de tabletas que deberían ser suministradas por el Servicio de Dermatología Sanitaria del Ministerio del Poder Popular para la Salud.
Impétigo costroso o buloso
Aunque se presenta con mayor frecuencia en niño, los adultos también deben estar alertas ante el impétigo. Este es una infección de la piel producida por bacterias, que, aunque no reviste mucha gravedad, es muy contagioso, por lo que debe ser tratado cuanto antes.
Es causada por el Staphylococcus aureus, el Streptococcus pyogenes, o ambos. Provoca la aparición de úlceras costrosas, amarillentas y a veces pequeñas ampollas llenas de un líquido amarillo. La falta de higiene y un ambiente húmedo también son factores de riesgo.
Los médicos basan su diagnóstico de acuerdo al aspecto que presente la erupción. En la persona con infecciones repetidas, se toma una muestra de la nariz y se envía al laboratorio para determinar si es portadora nasal de estafilococos o estreptococos.
La zona afectada debe lavarse suavemente con agua y jabón varias veces al día para eliminar cualquier costra. Las áreas pequeñas se tratan con pomadas o cremas antibióticas que se aplican directamente sobre la piel (vía tópica).
En el caso de áreas grandes afectadas, o si el paciente no responde al tratamiento con antibióticos tópicos, puede requerirse la administración de un antibiótico por vía oral. A los portadores nasales se les trata con antibióticos tópicos aplicados en las fosas nasales.
Celulitis Infecciosa:
Por lo general, en nuestra piel habitan un gran número de bacterias, no obstante los cuidados y la higiene que tengamos con la misma. Cuando hay una ruptura en la piel, estas bacterias pueden causar una infección cutánea.
Una de ellas es la Celulitis Infecciosa, la cual, en la mayoría de los casos, es causada por estafilococos y estreptococos. Es una infección bacteriana aguda de la piel y el tejido subcutáneo. Dolor, calor, edemas y eritemas que se extienden rápidamente por la superficie de la zona afectada, son algunos de los signos y síntomas.
También puede haber fiebre y los ganglios linfáticos regionales pueden agrandarse, de acuerdo a lo complicado de la infección.
Entre los factores de riesgo están:
Dr. Víctor Ollarves / Unimel
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Durante la última década, una serie de dolencias, de tipo cutáneo, han reaparecido en la vida de los venezolanos.
Sin duda alguna, las deficientes políticas de tipo médico-asistenciales, una precaria e inexistente atención médica, ausencia de planes y programas de prevención de enfermedades, falta de educación en la población sobre hábitos de higiene y limpieza, aunado a otros factores, entre ellos el deterioro de servicios públicos básicos como el agua, han hecho merma en la salud de los habitantes de Venezuela.
Como consecuencia de esta situación, un alto porcentaje de los habitantes de nuestro país, sufre con mayor frecuencia enfermedades de la piel de tipo infecto-contagiosas. Veamos algunas de ellas:
Leishmaniasis cutánea
Es una dolencia infecto-contagiosa transmitida por animales silvestres, sinantrópicos y domésticos. Algunos roedores, marsupiales y edentados han sido registradas como huéspedes naturales y reservorios selváticos potenciales.
En América, la enfermedad es transmitida mayormente por la picadura de flebótomos del género Lutzomyia. Se han contabilizado cerca de 53 especies que pueden ser responsables de la transmisión.
Afecta a la piel y a las mucosas. Sus principales síntomas incluyen la aparición de una o más lesiones en la piel, que cambian de tamaño y apariencia con el tiempo. Evolucionan como una úlcera de forma redondeada, indolora y que va aumentando de tamaño. En algunas oportunidades, estas se infectan secundariamente con otros agentes microbianos.
Aquellas localidades caracterizadas por malas condiciones de salubridad, malnutrición, debilidad del sistema inmunitario entre sus habitantes y la falta de recursos, es donde se observa con mayor frecuencia la aparición de este flagelo. No existe vacuna contra él.
Parte del tratamiento incluye antimoniales pentavalentes, así como medicamentos como el isetionato de pentamidina, la miltefosina, la anfotericina B y la anfotericina B liposomal constituyen otras opciones terapéuticas. También se aplican drogas sintéticas en tratamientos locales (intralesionales o termoterapia) para la leishmaniasis cutánea localizada con lesiones de hasta 900 mm cuadrados de área (diámetro de 3 cm),
Escabiosis:
También conocida como “Sarna”, es la infestación de pequeños insectos llamados ácaros en la piel. Causa una erupción roja pequeña y mucha picazón y es además muy contagiosa. Generalmente se transmite de persona a persona al dormir juntos o al tener contacto personal estrecho.
Otros factores de riesgo son las condiciones de hacinamiento y la falta de higiene. La erupción se manifiesta en la cabeza, el cuello, las palmas de las manos y las plantas de los pies. También se evidencia en las manos, entre los dedos, muñecas, línea de la cintura, muslos, ombligo, ingle, pecho y axilas.
El tratamiento para la sarna involucra no solo al paciente, sino también al resto del grupo familiar que viven bajo el mismo techo. Dependerá de la edad, los síntomas y de la salud general del paciente.
El tratamiento puede incluir:
- Cremas y lociones a base de permetrina
- Ingesta de medicamentos antihistamínicos orales para aliviar la comezón
- Usar otros medicamentos en la piel según sea necesario
- Exagerar las rutinas de higiene
- Lavar la ropa con agua muy caliente
La enfermedad de Hansen o Lepra, es una enfermedad infecciosa crónica, causada por la bacteria Mycobacterium Leprae, y se contagia de persona a persona a través del contacto de las secreciones nasales.
Afecta, especialmente, al sistema nervioso periférico, la piel, la mucosa de las vías respiratorias superiores y los ojos. Se caracteriza por la aparición de úlceras cutáneas, falta de sensibilidad en la piel y debilidad muscular. Los más afectados suelen ser personas con edades entre los 20 y 30 años. Se conocen dos tipos:
- Paucibacilar: Es la que reviste menos gravedad. Aparecen entre 2 y 5 lesiones, también manchas en la piel y pérdida de sensibilidad en esas zonas. Los pacientes responden rápidamente al tratamiento.
- Multibacilar: Es la más grave, pero afortunadamente tiene cura. Se manifiestan múltiples lesiones cutáneas, inflamación de los nervios, congestión nasal y epistaxis.
En su tratamiento se administra dapsona y rifampicina para todos los pacientes, a los que se añade clofazimina en caso de enfermedad multibacilar (la más severa).
El tratamiento adecuado se aplica a través de tabletas que deberían ser suministradas por el Servicio de Dermatología Sanitaria del Ministerio del Poder Popular para la Salud.
Impétigo costroso o buloso
Aunque se presenta con mayor frecuencia en niño, los adultos también deben estar alertas ante el impétigo. Este es una infección de la piel producida por bacterias, que, aunque no reviste mucha gravedad, es muy contagioso, por lo que debe ser tratado cuanto antes.
Es causada por el Staphylococcus aureus, el Streptococcus pyogenes, o ambos. Provoca la aparición de úlceras costrosas, amarillentas y a veces pequeñas ampollas llenas de un líquido amarillo. La falta de higiene y un ambiente húmedo también son factores de riesgo.
Los médicos basan su diagnóstico de acuerdo al aspecto que presente la erupción. En la persona con infecciones repetidas, se toma una muestra de la nariz y se envía al laboratorio para determinar si es portadora nasal de estafilococos o estreptococos.
La zona afectada debe lavarse suavemente con agua y jabón varias veces al día para eliminar cualquier costra. Las áreas pequeñas se tratan con pomadas o cremas antibióticas que se aplican directamente sobre la piel (vía tópica).
En el caso de áreas grandes afectadas, o si el paciente no responde al tratamiento con antibióticos tópicos, puede requerirse la administración de un antibiótico por vía oral. A los portadores nasales se les trata con antibióticos tópicos aplicados en las fosas nasales.
Celulitis Infecciosa:
Por lo general, en nuestra piel habitan un gran número de bacterias, no obstante los cuidados y la higiene que tengamos con la misma. Cuando hay una ruptura en la piel, estas bacterias pueden causar una infección cutánea.
Una de ellas es la Celulitis Infecciosa, la cual, en la mayoría de los casos, es causada por estafilococos y estreptococos. Es una infección bacteriana aguda de la piel y el tejido subcutáneo. Dolor, calor, edemas y eritemas que se extienden rápidamente por la superficie de la zona afectada, son algunos de los signos y síntomas.
También puede haber fiebre y los ganglios linfáticos regionales pueden agrandarse, de acuerdo a lo complicado de la infección.
Entre los factores de riesgo están:
- Rupturas o descamación de la piel entre los dedos
- Antecedentes de enfermedad vascular periférica
- Lesión o traumatismo con ruptura en la piel (heridas cutáneas)
- Picaduras y mordeduras de insectos, mordeduras de animales o de personas
- Úlceras a causa de ciertas enfermedades, incluso diabetes y enfermedad vascular
- Uso de medicamentos corticosteroides u otros fármacos que suprimen el sistema inmunitario
- Herida de una cirugía reciente
Dr. Víctor Ollarves / Unimel
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