Hablemos de… Nutrición Celular


El procedimiento a través del cual las células de nuestro cuerpo obtienen la energía y los insumos necesarios para efectuar sus funciones vitales, es denominado Nutrición Celular.

Esta se inicia desde el preciso instante en el cual ingerimos los alimentos, hecho que, aunque no lo percibamos a simple vista, desencadena una serie de procesos en el interior del organismo que finalizan con la nutrición de las células y transformación en energía. 

Durante la nutrición de una célula, se llevan a cabo una serie de fases:
  • Ingestión o captación. Los nutrientes, líquidos, proteínas y otras moléculas esenciales se introducen a la célula por medio de dos procesos: permeabilidad y endocitosis. 
  • Permeabilidad: Minúsculas moléculas atraviesan la membrana plasmática y se introducen directamente en el citoplasma.
  • Endocitosis: En este proceso, la célula envuelve al nutriente para ingerirlo. La membrana celular se curva y se forma una especie de boca que empuja la partícula, la rodea y permite su ingestión.

Entonces, por qué alimentarnos, y además sana y balanceadamente…

Durante las etapas de la digestión, los alimentos que consumimos, se van descomponiendo en partículas más simples,  las cuales serán utilizadas por las células.

Estas partículas, llamadas moléculas son transportadas por el torrente sanguíneo hacia los diversos grupos celulares, a través de un proceso dirigido por el sistema nervioso. De la sangre se transmite al líquido intercelular, donde queda a disponibilidad de las células.

Ahora bien, ¿cómo contribuimos a la nutrición de nuestras células?

Debemos cuidar que, en todo momento, nuestra dieta básica de alimentos esté balanceada y con nutrientes naturales como: 
  • Proteínas: material con el que se forman las moléculas que se encargan de la defensa, transporte o regulación de las funciones o de los tejidos.
  • Hidratos de carbono: Fuente principal de energía de nuestro organismo. También son conocidos como glúcidos o azúcares y carbohidratos. Allí están incorporados los monosacáridos (fructosa y glucosa), polisacáridos (lactosa y sacarosa)  y bisacáridos (cereales y legumbres).
  • Grasas: También conocidas como lípidos. Sirven de reserva energética, mantienen la temperatura corporal y protegen órganos vitales. Se identifican tres tipos de acuerdo a su proveniencia: 
    • Saturadas (reino animal)
    • Insaturadas (reino vegetal) y, 
    • Trans (insaturadas que se convierten en saturadas a través de un procedimiento)
  • Vitaminas: Aunque nuestro organismo las requiere en raciones pequeñas, éstas son imprescindibles para determinadas reacciones metabólicas. Su deficiencia o falta absoluta, puede ser el origen de numerosas dolencias. Tipos: 
    • Hidrosolubles como las C y las del grupo B, las cuales se eliminan diariamente y por eso hay que consumirlas con frecuencia (se encuentran en verduras y vegetales). 
    • Liposolubles como las de los tipos A,D y E, las cuales se acumulan en el organismo y son de difícil eliminación (se obtienen de aceites de pescado y de vegetales).
  • Minerales: Imprescindibles para el correcto funcionamiento de nuestra fisiología. Se dividen en 
    • Macrominerales (zinc, calcio, magnesio, potasio, sodio, fosforo, cloro y azufre)
    • Oligo elementos, los cuales requerimos en menor cantidad (hierro, yodo, fluor, cobalto, manganeso). Están presentes en semillas, algas, cerales, legumbres y verduras
Concluimos entonces que la nutrición celular es parte fundamental y esencial para el crecimiento y salud de todos los seres vivos. No se trata tan solo de ingerir alimentos para satisfacer necesidades básicas. 

Se trata de alimentarnos y hacerlo bien y balanceadamente, para de esta manera contribuir con la salud y el equilibrio de nuestro organismo.

Dra. Ingrid Rivera / Unimel

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