La piel y sus cuidados: ¿Cómo identificar nuestro tipo de cutis?
¿Cuántas veces nos hemos visto ante la disyuntiva de no saber qué producto elegir para el cuidado de nuestro rostro, porque no sabemos a ciencia cierta cuál es el que mejor nos conviene?
Por lo general, sólo un especialista responderá nuestras inquietudes sobre el tema, pero a través de este artículo te ayudaremos a identificar qué tipo de piel tiene tu rostro y cómo ayudarte a protegerlo. Cualquier mala decisión en este sentido, puede traer consecuencias lamentables e incluso, irreversibles.
El sol, las bajas temperaturas, la humedad, la contaminación ambiental y el clima, entre otros, son factores que pueden provocar graves daños en tu rostro, sobre todo si el cutis no es protegido en forma adecuada.
· Piel normal. De apariencia tersa y textura muy suave. Está bien hidratada y se caracteriza por tener los poros diminutos y cerrados, lo que impide la formación de espinillas e impurezas; tampoco presenta descamación ni la consecuente sensación de tirantez.
· Piel seca. Este tipo de cutis no tiene humedad y generalmente sus poros son finos, lo que da apariencia opaca; es áspera al tacto, de fácil descamación e irritación, más propensa a agrietarse y envejecer con rapidez. Debe evitarse el uso de jabones y productos que incrementen la resequedad. Las cremas y desmaquillantes deben ser hidratantes y nutritivos.
· Piel grasa. Tono rojizo en ciertas zonas y/o pálido y amarillento en otras; su apariencia es gruesa, hay brillo excesivo, así como barros y espinillas. Si no se cuida bien, se pueden apreciar bultos de grasa y puntos negros. Este tipo de cutis envejece con mayor lentitud, debido a que es más resistente a los agentes externos gracias a la capa de grasa generada. Debe seguirse una estricta y cuidadosa higiene, además de tratamiento de hidratación ligero con productos no grasosos.
· Piel mixta. La apariencia es brillante o grasa en algunas regiones, por ejemplo, la llamada zona “T” (frente, nariz y mentón) o H invertida (frente, nariz, y mejillas justo al lado de la nariz), mientras que mejillas cercano a las orejas y contorno de los ojos tienen un poco de resequedad; en este tipo de cutis los poros llegan a estar dilatados y hay cierta tendencia a los puntos negros. Cabe destacar que en el resto del cuerpo la piel generalmente es normal.
· Piel sensible. Pueden presentar reacciones de irritación o alergia a diferentes agentes de una forma más intensa y frecuente que otras pieles. (Sol, contaminación y/o cosméticos). Tiende a resecarse e, incluso, a generar erupciones, por lo cual requiere productos especiales llamados hipoalergénicos; no es extraño encontrar personas con este problema que, además, tienen el cutis graso o seco.
Dra. Ingrid Rivera
Unimel
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