Enfermedades de la piel en niños… Síntomas, diagnóstico y tratamiento
Nuestros pequeños suelen estar expuestos a
diferentes afecciones en su organismo, especialmente en la piel y cuero
cabelludo.
Las consultas de los especialistas, suelen estar
llenas de padres preocupados por las afecciones cutáneas que suelen aparecer en
la piel de nuestros infantes, casi desde el mismo momento en que vienen al
mundo, y que se intensifican durante la edad escolar o al entrar en contacto
con factores ambientales y con otros niños.
Su piel es mucho más delicada, y por ello deben
extremarse los cuidados y estar en constante vigilia para detectar cualquier
anomalía que observemos en los más chiquitos de la familia.
Como padres, debemos ser muy responsables por la
salud y el cuidado integral de nuestros hijos, ante lo cual describimos a
continuación, algunas de las dolencias que pueden afectarles y de qué manera
pueden ser prevenidas y tratadas.
· Dermatitis Atópica: Si observa lesiones tipo eccema,
rojizas y pruriginosas, en la piel de los niños bajo su responsabilidad, debe
estar muy pendiente.
Generalmente afectan la zona de
pliegues (cuello, flexura del codo, flexura de las rodillas). En niños atópicos
se recomienda no bañar a diario, y evitar la inmersión prolongada en el medio
acuático, uso de jabón de avena, aplicación de cremas hidratantes y no vestir prendas
sintéticas.
Para los brotes de dermatitis se
recomienda el uso de corticoides tópicos y antihistamínicos orales (estos
últimos, atenuarán el picor). En casos extremos, se prescribe el uso de
corticoides orales y/o inmunosupresores tópicos, y siempre bajo la supervisión de su médico de
confianza.
·
Vitiligo: Es una enfermedad crónica
de la piel. La aparición de manchas blancas en distintas partes del cuerpo, son
su principal síntoma, ello causado por la destrucción de los melanocitos, que son
las células responsables de dar color a la piel.
Afecta a una de cada 100 personas. Y casi la mitad
comienza antes de los 20 años, sobre todo entre los 10 y 20 años. No es contagiosa, pero repercute en la imagen
y puede traer problemas psicológicos y de autoestima en quienes la padecen,
pudiendo afectar la calidad de vida del paciente.
El tratamiento deberá ser indicado por el
especialista y dependerá de cada caso.
·
Psoriasis: Padecimiento crónico autoinmune de la
piel. Aparecen placas sobreelevadas de color rojizo, con escamas superficiales,
distribuidas en diferentes partes del cuerpo, que suelen traer consigo algo de
molestia, pues se siente escozor y pueden doler.
En algunos pacientes las condiciones climáticas
(calor y humedad), hacen que la enfermedad empeore.
Se recomiendan tratamientos tópicos o sistémicos para mejorar. Recientes
investigaciones han demostrado que algunos pacientes mejoran con sesiones de rayos UVA,
combinados con una sustancia llamada psoraleno.
· Verrugas:
Las
manos o los pies son los lugares donde suelen aparecer una o varias lesiones, de
superficie rugosa. Por lo general desaparecen espontáneamente, por lo que no
está indicado un tratamiento específico, a menos que se manifieste otro tipo de
sintomatología importante.
Para eliminarlas, se suele emplear crioterapia
(quemadura en frío) o sustancias que reduzcan su tamaño (como la vaselina
salicílica), con un limado posterior.
· Molusco contagioso: Son lesiones abultadas
y umbilicadas en su centro, y de pequeño tamaño. Aparecen una o varias como
consecuencia de una infección por un virus de la misma familia que el virus de
la viruela.
Por lo general, son
asintomáticas, o manifestar un picor muy suave. No existe un tratamiento
específico. Dependerá enteramente del tipo de lesión. En algunos casos, se
aconseja extirparla bajo anestesia tópica.
· Virus de mano, pie y boca:
Es uno de los más comunes en niños pequeños, durante el verano y a
principios del otoño.
Se propagan en
guarderías, preescolares y planes vacacionales. Es causado por el Enterovirus
coxsackie. Se manifiesta con fiebre, dolor de garganta y nariz que gotea, muy
parecido al resfrío común, pero luego aparece un sarpullido con ampollitas en
la boca (dentro o fuera), dedos o palmas de las manos, plantas de los pies y
nalgas.
Los síntomas suelen
desaparecer en el transcurso de una semana. Por lo general, los pediatras
recomiendan mucha hidratación y para la fiebre y el dolor, acetaminofén e
ibufrofeno.
· Alopecia: la caída del cabello
en los infantes, representan un pequeño porcentaje de las consultas a los
médicos dermatólogos. Éstas, se dividen en
cicatriciales o no cicatriciales.
En las cicatriciales,
el folículo será totalmente destruido. Lamentablemente, la pérdida de pelo será
permanentes e irreversible. Estas se presentan en aquellos casos en los cuales
se observa la presencia de liquen plano pilar, foliculitis decalvante, o de alopecias congénitas.
En los casos de las no
cicatriciales, estas tienen cura, y su tratamiento estará supeditado al tipo de
alopecia. En cuanto a la medicación, en niños también se puede usar Minoxidil
en concentraciones adecuadas, así como finasteride, corticoides, suplementos de
vitamina B, entre otros.
A veces no es alopecia,
sino caída fisiológica Sin embargo, no
todos los casos de caída de pelo en niños son alopecia. Aunque los padres asistan
al médico preocupados por esta enfermedad en sus hijos, es importante saber que
en muchos casos, tan solo se trata de una caída estacional. Detrás también
puede haber un simple cambio de cabello por motivos hormonales, muy habitual en
la adolescencia.
En cualquier caso
siempre debe consultar con un especialista.
· Queratosis pilaris: Aparece a cualquier
edad, pero es más frecuente en niños pequeños. Los signos y síntomas incluyen piel
seca y áspera en las áreas con bultos diminutos e indoloros, por lo general en
la parte superior de los brazos, en los muslos, en las mejillas o en los
glúteos.
No existe un tratamiento para la
queratosis pilar, dependerá del examen y diagnóstico del especialista.
· Prurigo: También conocida como
urticaria papular, es un padecimiento muy común en la infancia, que se presenta
en casi 90% de los casos durante los primeros 3 años de vida, especialmente en
aquellos niños que tienen historial de dermatitis atópica.
Por lo general, es atacada a través de
la aplicación de cremas y pomadas con corticosteroides tópicos o en aerosol, para disminuir la inflamación y el prurito. En casos severos
se recomienda la prednisona oral, por un período de dos semanas.
· Dermatitis del pañal:
Se manifiesta en la zona del bebé cubierta por el pañal. Es un proceso
irritativo e inflamatorio provocado por las condiciones de humedad, fricción y
contacto con orina, heces y otras sustancias, como detergentes plásticos,
perfumes u otros compuestos.
Ocurre con mayor frecuencia entre los
seis y los doce meses de edad. Para prevenir este tipo de irritaciones debe
mantenerse una buena higiene de la zona, procurando que permanezca siempre seca
y limpia.
También se sugiere el
empleo de jabón neutro con agua tibia, evitar los perfumes y cambiar
constantemente el pañal del infante o, mantenerlo sin el en algunos momentos
del día.
· Mastocitosis: Las Mastocitosis son
un grupo de enfermedades, caracterizadas por un pequeño incremento del número
de mastocitos en diversos tejidos del cuerpo, observándose manchas de color
marrón oscuro a veces violáceo. Son de tamaño variable entre 0,1 y 3 cm y el
número puede ser escaso o afectar a casi toda la superficie corporal.
En los niños, pueden
identificarse tres tipos de
mastocitosis, a saber:
o Mastocitoma solitario,
que es de una a tres lesiones en la piel, generalmente en las extremidades, que
puede producir picor. Desaparece espontáneamente al cabo de unos años.
o Urticaria pigmentosa:
Es la más común y se manifiesta durante los primeros meses de vida (algunos
niños nacen con las lesiones). Los síntomas varían mucho de unos casos a otros,
siendo más intensos durante los primeros uno o dos años y van disminuyendo
progresivamente. La posibilidad de curación es superior al 85%.
o Mastocitosis cutánea
difusa: Es la menos frecuente, pero la más complicada para tratar. Los niños
diagnosticados con esta afección, deben ser tratados lo más rápido posible y
comenzar el tratamiento de forma urgente.
Es importante saber
que los niños afectados con esta enfermedad, deben ser preservados de recibir
anestesia general, estudios radiológicos con contraste, ingesta de aspirina (o
cualquier medicamento que contenga ácido acetilsalicílico) y de antinflamatorios
no esteroideos (también conocidos como antireumáticos), las picaduras de abejas
o avispas y la administración de morfina y sus derivados (codeína…)
· Piojos: Sin duda alguna, es
la más común de las afecciones. La cabeza de su hijo puede sufrir la invasión
de estos pequeños insectos de la manera más inesperada, por el contacto cercano
con otras personas. Conocida también como “Pediculosis”, esta enfermedad afecta
mayormente a los niños en edad escolar.
Los piojos también se
encuentran en todo el mundo, en todo tipo de lugares diferentes, tales como en
hogares o escuelas, o en el campo o en la ciudad. Y no importa qué tan limpio,
sucio, rico o pobre sea el lugar o la persona. Ellos, están en todos lados!
El síntoma más común,
es la intensa picazón en la cabeza, Así que hay que estar muy atentos a esta
señal. El tratamiento mayormente usado,
además de una técnica de peinado con un peine especial, de cerdas muy unidas,
incluye champús y lociones a base de permetrina, malatión, piretina e
invermectina. Estos medicamentos deben
ser usados de forma muy segura. Si tiene dudas, consulte a un especialsta
· Escabiosis: Tambien conocida como
“Sarna”, es la infestación de pequeños insectos llamados ácaros en la piel.
Causa una erupción roja pequeña y mucha picazón y es además muy contagiosa.
Generalmente se transmite de niño a niño mientras al dormir juntos o tienen
contacto personal estrecho.
Otros factores de
riesgo son las condiciones de hacinamiento y la falta de higiene. En niños
menores a 2 años, la erupción se manifiesta en la cabeza, el cuello, las palmas
de las manos y las plantas de los pies. En niños mayores, por lo general se
evidencia en las manos, entre los dedos,
muñecas, línea de la cintura, muslos, ombligo, ingle, pecho y axilas.
El tratamiento para
la sarna involucra no solo al paciente, sino también al resto del grupo
familiar que viven bajo el mismo techo. Dependerá de la edad, los síntomas y de
la salud general del niño. Puede incluir:
o Cremas y lociones a
base de permetrina.
o Ingesta de medicamentos
antihistamínicos orales para aliviar la comezón
o Usar otros
medicamentos en la piel según sea necesario
o Incrementar las
rutinas de higiene
o Lavar la ropa con
agua muy caliente
· Picaduras: Los insectos pueden
causar picazón y molestias leves donde pinchan la piel. En algunos niños, las
picaduras pueden causar una reacción alérgica grave llamada anafilaxia, que
incluye un sarpullido o urticaria y síntomas potencialmente mortales como
hinchazón de las vías respiratorias.
Para evitar que los pequeños sean
víctima de estos pequeños animales, emplee repelentes de insectos. Cuando su
hijo regrese de las actividades al aire libre, lávele la piel expuesta al
repelente de insectos con agua y jabón.
De igual manera, al entrar en contacto
con la naturaleza, sobre todo en zonas boscosas, trate de que usen camisa de
mangas largas, pantalones largos y sombrero.
La piel de los niños debe ser constantemente protegida,
pero más aún cuando comienzan los meses de altas temperaturas, que es el
momento en que la piel queda expuesta y es vulnerable a agentes ambientales.
Ante cualquier síntoma que observe en sus hijos, consulte a su médico
especialista. Él siempre tendrá el diagnóstico y el tratamiento adecuado para
cada dolencia.
Dra. Zulay Rivera / Unimel
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