Toxina botulínica para la Hiperhidrosis: Despídase de la sudoración excesiva

¿Es usted de esas personas que aún, estando en calma, sin movimiento alguno, de repente comienza a sentir que la palma de sus manos, la planta de los pies, las axilas e incluso algunas otras partes de su organismo, comienzan a sudar copiosamente?…
Si es así, puede estar presentando un trastorno conocido como Hiperhidrosis, el cual hace algunos años, no tenía solución alguna. E incluso, se sabe de algunas recomendaciones de nuestras abuelas que recomendaban el untarse la mano con la sustancia líquida que se desprendía de algunas plantas, e incluso el “acariciar” a un sapo o una rana “para que las manos dejasen de sudar”. Nada más lejos de la realidad.
La hiperhidrosis se caracteriza fundamentalmente, por un exceso de sudoración, la cual puede ser atribuida a un fallo del sistema nervioso simpático, lo que trae como consecuencia que nuestro cuerpo produzca una mayor cantidad del sudor requerido para regular su temperatura corporal. La transpiración se presenta en cualquier momento, sin que necesariamente tenga que ver con el clima o el estado emocional.
Clasificación y tipos

De acuerdo a los lugares de tu cuerpo en los cuales se presenta con mayor frecuencia, podemos clasificarla como:
  • Sudoración plantar,
  • Sudoración palmar, 
  • Sudoración axilar y
  • Sudoración facial: una característica que se asocia a este tipo, lo constituye el fenómeno llamado rubor facial, que consiste en el enrojecimiento del rostro.
De igual manera y, de acuerdo a su origen, los especialistas la diagnostican como:
  • Hiperhidrosis primaria: A simple vista, no existe una causa evidente, iniciándose en cualquier momento de la vida
  • Hiperhidrosis secundaria: La misma puede tener origen en algunos trastornos de glándulas como la tiroidea o pituitaria. También a infecciones, diabetes mellitus, tumores, menopausia o a la ingesta de algunos medicamentos. Especialistas coinciden en señalar que, en ciertas ocasiones, el enrojecimiento facial o la hiperhidrosis generalizada pueden ser el resultado de insuficiente nutrición celular, la enfermedad de Wernicke, que puede afectar al hipotálamo el cual, entre sus muchas funciones, regula la temperatura corporal
De acuerdo a su severidad, podemos catalogarla en:
  • Hiperhidrosis severa.
  • Hiperhidrosis moderada
Diagnóstico y tratamiento
Solo un especialista y, de acuerdo a los síntomas reportados por los pacientes y luego de una evaluación exhaustiva, estará en capacidad de diagnosticar el tipo de hiperhidrosis que sufre, así como su origen.

Aunque esta es una enfermedad que no puede ser prevenida, los investigadores han descubierto un importante número de tratamientos que ayudarán a disminuir e, incluso, erradicar, la molesta sintomatología que acompaña a esta dolencia, la cual incluso trae conflictos a quienes la padecen desde el punto de vista de relacionamiento social. Temen estrechar las manos, o simplemente levantar sus brazos para que los demás no perciban la cantidad de sudoración que genera su organismo.
Entre los tratamientos mayormente aplicados, se  incluye el uso de antitranspirantes, los cuales obstruyen los conductos sudoríparos, aunque pueden causar irritación en la piel. También contamos con medicamentos que previenen la estimulación de las glándulas sudoríparas, y son indicados para ciertos tipos de hiperhidrosis como la sudoración excesiva en el rostro. Asimismo se aplica una terapia denominada Iontoforesis, que es un procedimiento que emplea electricidad para desactivar, temporalmente, las glándulas que producen en sudor.
¿Cómo detectar si padezco hiperhidrosis y en qué nivel de intensidad? Test Minor
A lo largo de muchas investigaciones, los especialistas  han desarrollado pruebas o test que ayudan a determinar la severidad de la hiperhidrosis y la localización de las zonas más problemáticas.
El Test o la Prueba de Minor, es una de las más utilizadas y ha sido diseñada para determinar en qué lugar del organismo del individuo, están ubicadas las glándulas sudoríparas que registran mayor actividad.
Se aplica tintura de yodo en las axilas sin vellos o en las palmas de las manos, con la piel de estas zonas completamente seca. Posteriormente se esparce suavemente fécula de maíz sobre toda la región cubierta con el yodo.
Este polvo en combinación con el yodo y el sudor, produce un color azul oscuro que permite localizar claramente el área de mayor humedad. Esta prueba es empleada constantemente cuando se utiliza la toxina botulínica como tratamiento de la hiperhidrosis para poder demarcar y tratar mejor las zonas que más sudan.
De igual manera, existe una escala, a través de la cual se pretende determinar qué tan intenso es el problema de la sudoración excesiva y de qué forma podría llegar a afectar la calidad de vida de las personas que la padecen, llamada Escala de Severidad de la Hiperhidrosis.
Toxina Botulínica contra la Hiperhidrosis: 

Además de los múltiples usos que tiene en la medicina el uso de la Toxina Botulínica TipoA (Bótox), esta se emplea para el tratamiento de la sudoración efectiva, con resultados altamente satisfactorios y, en algunos casos definitivos, para el tratamiento de esta dolencia.
Ya la intensidad de la sudoración en axilas, plantas de los pies y palmas de las manos no será un inconveniente, ya que existe un tratamiento que puede mejorar significativamente, el exceso de transpiración. Opciones más radicales contemplan la posibilidad de realizar intervenciones quirúrgicas para extirpar las glándulas sudoríparas.
Con los términos de Hiperhidrosis plantar e hiperhidrosis palmar, se conoce la sudoración excesiva en manos y pies. El tratamiento con base en Toxina Botulínica A para esas incómodas afecciones, contempla la aplicación de inyecciones, cuyo número dependerá exclusivamente, de la intensidad y el área afectada. No es una solución definitiva, pero ayuda bastante.
La toxina botulínica es aplicada a través de inyecciones, tanto en la axila, como en las plantas de pies y palmas de las manos, con la finalidad de aislar temporalmente los nervios que estimulan la sudoración, observándose el cese de la producción de sudor entre el segundo y cuarto día luego de la infiltración.
El efecto puede durar entre 6 a 10 meses, aproximadamente. En algunos casos suele resultar un tratamiento con algún tipo de molestia, en este caso dolor. El Bótox utilizado para el sudor en las palmas de las manos puede causar debilidad leve, pero temporal.
Fácil aplicación y mínimos efectos secundarios caracterizan a este tratamiento para la hiperhidrosis, y Unimel lo tiene a su disposición. Agende una cita con nuestros médicos especialistas y comience a disfrutar de una vida sin hiperhidrosis.
Dra. Zulay Rivera / Clínica Unimel

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