Ptosis en el lóbulo de las orejas
Con el paso de los años y con el proceso de envejecimiento, nuestro organismo, tanto interna como externamente, comienza a sufrir ciertos cambios en su estructura, muchos de ellos visibles a los demás.
El envejecimiento facial es el resultado de los cambios que se suceden en la estructura del rostro y los tejidos blandos que la recubren. Y algunos de los cambios más notorios se visualizan en las orejas, ya que debido a su contorno, localización, dimensiones y proyección, se constituyen en uno de los elementos más importantes de lo que se denomina el “marco facial”.
Por otra parte tenemos que las orejas nunca dejan de crecer, ya que su estructura cartilaginosa, al igual que los cartílagos nasales, continúa aumentando con el paso de los años. Nos ofrecen más información acerca de la edad de las personas, que cualquier otro elemento presente en el rostro humano.
Son notables y significativos los cambios que sufre el lóbulo. Se distorsiona y se incrementan sus dimensiones, particularmente en su longitud (ptosis). Entre los 20 y 60 años de edad, su tamaño puede aumentar hasta un 35%.
Aunque se conoce que con los años nuestras orejas pueden alcanzar una dimensión mayor, no podemos afirmar que existe una relación directa entre la edad y el grado de ptosis. Generalmente esta está relacionada con las características que tuvo en su juventud el paciente, el tipo de piel, la raza, herencia genética.
En lo que respecta a las mujeres, también se ven afectadas por el uso de zarcillos (aretes) de gran tamaño y peso. Un lóbulo que ya era más largo durante la época de juventud, será ptósico a una menor edad y, es altamente probable que logre niveles de ptosis más fuertes en una edad que se considera más temprana.
Nada más el solo hecho de tener lóbulos ptósicos, sin tomar en cuenta la edad cronológica, se considera antiestético y ante los ojos de los demás, el paciente aparenta una edad mayor a la que tiene.
Hace algunos años, específicamente en el 2003, Mowlavi y otros científicos, al observar los resultados de un estudio realizado a más de 130 pacientes norteamericanos caucásicos, llegaron a la conclusión de que la altura «ideal» del segmento caudal del lóbulo, considerada desde el otobasium inferius al subaurale, varía de 1 a 5 mm.
Por otra parte, el mismo estudio demostró que los lóbulos demasiado alargados son considerados como antiestéticos, al igual los lóbulos no-péndulos, ya que comparten algunas de las características de los lóbulos de duendecillo (pixie earlobes).
Si presenta alguna de las características antes señaladas y está seguro de que tiene lóbulos ptósicos, en Unimel le animamos a que agende una cita con nuestros médicos especialistas para hacerle la evaluación correspondiente a su caso y, si es necesario, incorporar un procedimiento quirúrgico y con plasma frío atmosférico para la corrección del lóbulo de su oreja.
Comentarios
Publicar un comentario