Esas pequeñas partículas llamadas microplásticos y su impacto nocivo en nuestra salud
Muy pocas veces hemos oído sobre el tema. Sin embargo, están allí, haciendo más daño al medio ambiente y a nuestro organismo, del cual podemos imaginar. Si aún no ha leído o tenido conocimiento acerca de algo denominado “microplásticos”, aquí le contamos un poco sobre eso…
Especialistas han afirmado que son uno de los mayores retos medioambientales del presente siglo. Durante las últimas décadas, su producción se ha incrementado vertiginosamente, a un punto tal, que se encuentran en grandes cantidades en casi absolutamente todo el planeta. Su impacto en la salud es muy fuerte.
Y como están en todos lados, los
inhalamos e ingerimos sin darnos cuenta.
Poco a poco, los estudiosos en la materia han ido desentrañando la
manera en la cual los ingerimos y cómo están afectando nuestro organismo.
Los “Microplásticos” son pequeñas
piezas de plástico que contaminan el medio ambiente. Según la clasificación de
la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), estos miden menos de
5 milímetros de diámetro, y provienen de gran variedad de fuentes, entre las
cuales se encuentran los cosméticos, la ropa, desechos plásticos y artículos
para la pesca, entre otras fuentes.
Se identifican dos fuentes de origen: El llamado primario, el cual es producido en forma de microesferas para la industria cosmética (cremas exfoliantes, dentríficos), o bien para ser utilizado como materia prima en la producción de otros plásticos. El secundario es aquel que se genera a partir de plásticos o fibras de tamaño mayor. Por ejemplo, pueden proceder por el desgaste o fragmentación de ese artículo por un agente natural, como radiaciones ultravioletas o el impacto de las olas del mar, tan solo por citar algunos casos. Neumáticos arrojados a la calle o desechos plásticos al mar, pueden causar microplásticos.
Algunos alimentos que consumimos contienen
microplásticos, como por ejemplo la miel, las cervezas, la sal marina y en
pescados como las sardinas, las anchoas y los mariscos. ¿Y por qué en algunos
de los alimentos? La respuesta es sencilla. En el mundo, solo se recicla una
muy pequeña parte de los plásticos. En su gran mayoría, terminan en los
basureros y por ello, en el medio ambiente, donde, como señalamos con
anterioridad, terminan transformándose en micropartículas que contaminan el
agua, el aire, la fauna marina, cuyas especies son consumidas por el hombre…
Toda una cadena!
Por otra parte, los microplásticos más pequeños, viajan por el aire y es más fácil que estos sean inhalados y lleguen hasta nuestros pulmones. Y muchos de ellos, son transportadores de bacterias y otros microorganismos. El estrés oxidativo, la inflamación, el daño celular y las respuestas inmunes localizadas son algunos de los posibles daños para la salud.
La reducción del nivel de
microplásticos en el medio ambiente, supone la toma de conciencia acerca de los
efectos, en algunos casos letales, que puede causar en el organismo. Conocemos
los daños que ocasionan en el ecosistema, ante lo cual sugerimos acatar algunas
medidas, con las cuales podemos contribuir con la disminución de la presencia
de tales partículas.
Al respecto, se recomienda el
empleo de bolsas de material biodegradable; reducir el consumo de cubiertos de plástico, evitar la adquisición
de frutas y verduras envasadas en plásticos, usar cepillos de dientes
confeccionados con materiales biodegradables. En fin, toda una suerte de
medidas orientadas a disminuir la utilización de productos elaborados con ese
material.
Dra. Zulay Rivera /
Clínica Unimel
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